Me he asomado a la consciencia para escuchar
atento las palabras de los otros, de vosotros,
de todos los vosotros que me hablaban
y queriendo descubrir en ellas sus mensajes he oído
en los políticos la mentira interesada,
en los falsos amigos las palabras por la espalda,
en los amigos tenues las palabras de esperanza,
en los enemigos el ansia del daño,
en la familia su verdad equivocada
y en los amigos,
por más que escuché los amigos de verdad callaban.
Seguiré pues con mi vida en silencio,
en ese silencio cargado de palabras que el autismo moral me
reclama,
en ese silencio protector y aislante que impide que la
inquina me invada,
en esa ausencia de mensaje que procuro imprimir a mis
palabras.
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