Te sientas a veces con la sensación de
que todo está ya dicho, vagabundea la mano entre papeles, con el bolígrafo
apretado entre los dientes y un rictus de vacío en las entrañas. Busca, busca
buscador de sentimientos, la búsqueda nunca acaba. Cuando finalmente te rindes
y rindes en el acto la cabeza, el bolígrafo y la tristeza, una idea cosquillea.
Todo puede estar dicho, pero no de todas las maneras.
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