lunes, 23 de julio de 2012

Amor de Senectud (10-1999)


Distingo legañosa la mirada
Que un día nos prestamos mutuamente
Temblorosa la mano que fue firme
Torpe el paso, balbuciente la palabra.
El fuego que en un tiempo nos llevara
Al encuentro fragoroso de los cuerpos
Es hoy, apenas, de un candil la llama
Lo que entonces te entregaba como amor,
Un recuerdo.

Pero el amor que presiento en tu mirada casi ciega
En tu caricia temblorosa y moteada
En mi nombre balbuceado torpemente
En la dulzura de un beso complaciente
Que no espera inflamar ninguna  llama
Ese gesto de agarrarme tu del brazo
Para que mi cuerpo insostenible te sostenga,
Esa frase en el fondo zalamera,
Ese amor de senectud, casi inocente.
Hace que disfrute de la vida día a día,
Y que día a día la vida me requiera.


(VI)

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