Lloró, esta tarde, el cielo sobre mi vida
Y le pregunté al instante que penas tenía
Me contestó que no tenía pena ninguna
Que solo tenía nubes y viento
Que al juntarse las gotas, como pesaban,
Las dejaba caer, y así llovía
Y lloviendo llevaba toda la vida,
Que llorar el cielo solo es poesía.
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