Cuanta
sangre ha de verterse para atisbar la inocencia
Cuantos
hombres justos sacrificados en su propia paciencia
Cuanta
paz mancillada por un objetivo solemne
Y toda
la conciencia expoliada en una busca doliente.
La
inocencia solo se encuentra con la inocencia encontrada,
La
justicia es un acuerdo que ni la nombra, ni la proclama
La paz
es una palabra que se usa para olvidarla
La
conciencia, si es que existe,
Es la
horma que apega al hombre a su propia tolerancia.
Las
palabras no implican las creencias que proclaman
Las
palabras solo son sonidos que no conducen a nada
Las
palabras son los arreos con que guiar a los hombres
Que no
piensan, que no sienten, que no creen, que no aguardan.
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