Cuando
yo me fui
tú
ya te habías marchado,
pero
es tanto el tiempo
que
estando juntos ha pasado
que
te busqué en el último momento
sin
una razón, sin un lamento,
tan
solo la costumbre del pasado,
tan
solo la añoranza del encuentro.
Busqué
un rescoldo que alentara
los
recuerdos que venían a mi mente.
Tantas
vivencias, tantas historias
tanto
espacio ocupado en mi memoria
debieran
de tener sólidos cimientos,
pero
basta una brisa y en momentos
el
amor no es mas que una quimera,
no
un engaño, ni siquiera,
tan
solo una forma de espejismo
que
ya murió sin que naciera.
Durante
tanto tiempo la costumbre
imitó
al verdadero sentimiento
y
con sus artes encubrió sin que se viera
el
vacío que existía en nuestras vidas
las
caricias sin entrega, repetidas,
el
rescoldo que tomamos como lumbre
el
acuerdo que evita enfrentamientos
que
evita mirar al desamor que compartimos.
Engañados
al final nos distanciamos
construimos
con distancia una defensa
un
parapeto que escondiera el desengaño,
y
el amor y la verdad quedaron fuera,
dentro
solo tolerancia y sufrimiento.
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