Espera, aguarda un instante, deja simplemente que te hable. Al igual que a ti también a mi me parece haberlo dicho todo pero quiero encontrar en mis intentos esa palabra, ese tono, esa coma que puesta en el lugar de sentido a lo que quisiera que escucharas.
Es posible que tampoco esta vez lo consiga, es posible incluso que esta vez sea el más torpe de todos mis intentos y aun así te ruego que una vez más me escuches por si mi corazón acertara a expresarse.
Porque eso es al final lo que pretendo, que las palabras sean el conjuro que permita manifestarse al sentimiento, que las palabras sean el torpe, burdo, agobiante contenedor de lo que siento, aunque por el simple hecho de nombrarlo quede ya vergonzantemente expuesto a no ser más que palabras.
Espera, aguarda, por favor, apenas un instante, rebusca en este inmundo vertedero de palabras en que fenezco aquella que salvada pueda por fin suponer que nos entendemos.
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