Paso a paso recorro el espacio
disponible. Todo él sin olvidos ni abandonos posibles. Entre la vida sin sonido
y la muerte que se escucha. Es el vagar del espectro, el camino indefinido, la
frontera entre lo que fue y lo que no será porque no ha sido. Es un camino con
un solo sentido, como el tiempo pero sin contenerlo. Es un final, tal vez un
principio, un paso entre lo que nunca empezó y lo que nunca alcanzará lo
definitivo.
Tal vez hablo de mi vida, tal vez de mi
muerte, posiblemente de ninguna de esas cosas pues ya existían los espectros
antes de que existiera la vida, y existen los espectros, del amor, de cada día,
de cada instante que nace, fenece, en el transcurso del no tiempo, de la
inmediatez del momento, de la no dimensionalidad del punto. Tal vez, dado lo
espectral, lo instantáneo, intento referirme a la existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario