He intentado vencer la insidia con silencio,
Fascinar al mal con mi indiferencia
Y al cabo del tiempo, observando,
Alimentarse al odio con la falta de palabras
Crecerse en su falta de valor a los cobardes
Florecer la maledicencia a mis espaldas
Y sin otra solución, ni más medios,
Me he lanzado en calma contra ellos.
No he de cejar hasta vencerlos o
Lo que es más probable,
morir en la injusticia de las leyes
Que es el unico arma que he usado
Que corra la vergüenza de los chulos mamporreros
Que quede al aire la maledicencia que usan entre ellos,
Contra ellos, a sus propias espaldas,
Ellos mismos los unos de los otros, y de vosotros
Pobres imbeciles que creeis estar a salvo
Que linchen a aquellos que murmuran
Con las cuerdas que prestan sonido a sus palabras
Ojala la lengua se les hinche por sus propios alegatos
Hasta morarles las carnes y quedar con los ojos vueltos.
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