Con lágrimas de mar embravecida,
Saladas las suyas, dulces las mías.
Decía adiós la luz del día.
Entre naranjas y morados me decía,
Entre nubes, resplandores, respondía:
Dentro de un año nos veremos,
Dentro de un año de mi vida.
En este mismo lugar saludaremos
El comienzo de una nueva despedida.
La
Guardia, agosto del 2016
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