¿De qué camino me hablas? Te
pregunto mientras contemplo el trazo nítido y rotundo que dibujas en el agua
calma, en la noche plácida, para llamar mi atención y guiarme.
¿A dónde pretendes llevarme?
Inquiero inquieto contemplando por la ventana tu luminosa y enigmática llamada.
¿Dónde termina? Casi grito
interiormente mientras veo como lentamente tu huella se apaga.
Mañana, mañana a la noche en
cuanto tu camino se manifieste olvidaré las preguntas y comenzaré la andadura.
Me digo al amanecer de todos los
días de mi vida.
La Guardia, agosto del 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario