Quiero decirte, con palabras que me entiendas, con
sentimiento medido, tantas cosas que en espera ha guardado mi boca, ha
paladeado mi lengua, se han asomado a mis ojos curiosas por conocer a quien
deben sus existencia. Tantas cosas tantas veces pensadas, tantas refrenadas con
la excusa de que no era el momento, que no era.
Quiero decirte, ahora, ya por fin, con palabras medidas, con
sentimiento vivo, cosas viejas, cosas nuevas, cosas que no tienen tiempo, ni
sonido, ni siquiera.
Quiero decirte, hoy lo que ayer me he callado, lo que no ha
encontrado su momento, lo que no lo ha tenido, lo que aún lo espera.
Quiero decirte, porque aún las tengo dentro, las palabras pensadas
sin llegar a ser nunca pronunciadas, porque empujan, porque tienen vocación de
ser oídas, porque tengo necesidad de volcarlas fuera.
Quiero decirte, como tantas veces, y con las palabras
entregar el alma. Volcar lo más íntimo, lo oculto, lo ocultado y lo que nunca
viste porque no has mirado o porque tus ojos no buscaban lo que te ofrecía mi entrega.
Quiero decirte, aunque tal vez ya sea tarde, con mis
palabras más serenas, con mis palabras más claras y sinceras, que nunca será lo
que no ha sido, pero queda por ser lo que nuestro deseo de vivirlo quiera.
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